viernes, 7 de abril de 2017

Continuemos la historia. Una actividad para 2º ESO

El siguiente texto se puede encontrar incompleto (a falta de rellenar los espacios en blanco con los sintagmas apropiados) en la siguiente dirección web: www.materialesdelengua.org. El alumnado de 2º ESO ha usado este ejercicio para reconocer los distintos sintagmas, tras una explicación teórica y realizar las actividades del libro de texto. Pero hemos querido ir más allá y usar esta historia con final incierto para concluirla en unas pocas líneas, echando mano de la imaginación de los alumnos. También han debido ponerle título. El resultado ha sido muy variado. Hemos escogido algunas de las propuestas. Helas aquí, precedidas del relato original:

(Tomado de www.que.es)


EL RELATO ORIGINAL

Aquella mañana Lucas se levantó más temprano. Se aseó, se vistió esmeradamente, se fue a la cocina y se preparó el desayuno. Sobre las 8, salió de casa y anduvo unos metros hasta la parada del autobús. Esperó y esperó, pero no llegaba.
- ¿Sabe usted si ha pasado algún 23? -preguntó a la señora que estaba a su lado.
- Yo llevo más de tres cuartos de hora aquí y no ha venido ninguno. El transporte público es un desastre...
- Tiene usted razón. Creo que llegaré antes a pie. Muchas gracias. Adiós.
- Adiós y suerte.
La ciudad a aquella hora estaba insoportable. Montones de coches, autobuses y camiones de reparto abarrotaban la calzada. El tráfico era lento; el aire, irrespirable. La gente apresuraba el paso, como queriendo dejar atrás todo aquello. Aún no se habían apagado las luces y edificios, árboles y calles apenas se percibían a través de una espesa capa de humo, procedente de las chimeneas y de los vehículos.
Lucas pensó: Hoy será mi último día aquí. Espero que cambie mi vida. Quiero volver al campo, vivir en una casa con huerto, tener un perro que me reciba al llegar y respirar aire puro. Todo depende de... Sin darse cuenta había llegado a su destino. Llamó al timbre y esperó.


Y SUS DISTINTAS CONTINUACIONES:


Al abrirle, le dijo a su casera que no quería quedarse en el piso. La casera le respondió:
- ¿Por qué, si el piso está recién reformado?
- Me da igual. Rompa el contrato. Me da igual el dinero.
Al día siguiente, Lucas llegó al pueblo de sus padres (Villazarcillo). Allí tenía casa, comida, amigos... pero sobre todo tenía lo que él buscaba: que no hubiera ningún tipo de contaminación

(José Félix García Bermúdez. Título: Villazarcillo).



Abrió una mujer rubia con labios carnosos y le preguntó: “¿Tú qué haces aquí?” Él le contesto: “Me he cansado de la ciudad, me gusta mucho más la vida en el campo y además, te echaba de menos. Y ella dijo: “¿Crees que te voy a perdonar después de abandonarme con nuestros tres hijos? Todas las noches me n que adónde se había ido su padre y que cuándo vendría. Él le respondió: “Lo siento, Ana, me arrepiento mucho de lo que hice. Por favor, perdóname, dame otra oportunidad. Te lo ruego, te lo suplico”.
Al final lo perdonó y vivieron felices.

(Rafael Castillo Planes. Título: “De vuelta a la verdadera vida”).



Al momento me abrieron las puertas: era una señora de cincuenta años y me dijo que pasara y pasé. Me ofreció un café y lo acepté. Durante ese tiempo me estuvo contando cosas de su vida ya que era una especialista en lo paranormal. Me estuvo contando cosas muy interesantes como lo de la casa poseída o cuando realizó un exorcismo. En ese momento se cerraron las puertas de un portazo y también las ventanas. Me di la vuelta y detrás de mí había muchos cuerpos de novias decapitadas y entonces, de repente, se encendieron las luces y apareció una pancarta que ponía “¡Feliz cumpleaños!”, y aparecieron todos mis amigos y me felicitaron...

(Miguel Cano Aranda. Título: “Sin título”. Así, tal cual).



Lucas abrió los ojos y vio su antigua casa. Recordó su huerto, su perro y el respirar aire puro. Lucas pensaba que era un sueño, porque él tenía que ir al trabajo. Pero, de repente, se despertó del sueño y vio efectivamente que estaba con su trabajo. De repente, a lo lejos, vio a la señora con la que coincidió en la parada, habló con ella y le dijo que también se vino andando porque ese día el transporte público se suspendió a causa de la contaminación. Al salir del trabajo, Lucas se fue a su antiguo hogar porque no soportaba la ciudad.

(Ana Bermúdez González, Título: “El sueño de Lucas”).



Una mujer le abrió. Resulta que era la dueña de la casa, y Lucas le preguntó
- ¿Puedo pasar?
A lo que respondió la mujer:
- Claro, tú siempre eres bienvenido.
- No sé cómo he llegado, pero este es el sueño que siempre quise cumplir: vivir rodeado de este paisaje, con esta tranquilidad...
- Vives aquí, ¡qué tonterías dices! Este siempre fue tu hogar...
- No. Yo he vivido en la ciudad.
- Pero tu destino te ha traído hasta aquí. Entra, te enseñaré la casa

(Nélida Barea Granados. Título: “El sueño de Lucas”).



Abrió un hombre calvo de ojos negros, que fue su cómplice en el atraco que hicieron al banco de Fleera Bank. Lucas se fue del campo a la ciudad para que los forestales no lo enviaran a la policía. Su amigo, que fue cómplice del atraco, le repartió el dinero de su parte. Justo cuando se acordó de todo eso, vino la policía nacional y los detuvo.

(Amador Bermúdez García. Título: “La vida de Lucas”).


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