jueves, 20 de abril de 2017

Jesús Labrador Morcillo, Ecos de Granada

Nos alegra sobremanera traer a este blog un libro recientemente publicado, y nos alegra por un doble motivo: porque se trata de poesía (ese género que siempre parece contar tan poco en nuestra sociedad pero que tan grata nos hace la vida), y porque los versos han salido del corazón y el alma de un antiguo alumno de este centro: Jesús Labrador Morcillo. Gracias a ti, Jesús, por cierto, por recordar en la breve biografía que adorna la contraportada del libro, que parte de tu formación académica tanscurrió en "el encantador pueblo de Siles, situado en la Sierra de Segura, Jaén". 

Jesús, oriundo de Benidorm, donde nació en 1997, estudia actualmente Bellas Artes en la ciudad de Granada. Y a esa Granada descubierta en su experiencia universitaria, oteada quizás desde los promontorios que circundan la cartuja y albergan la histórica facultad en la que se está formando, en esa Granada del bullicio y el turismo desaforado (pero también de la silenciosa angostura albaicinera y el lento despeñarse del Darro por el paseo de los Tristes) dedica el poeta estas deliciosas pinceladas de verbo suelto y apasionado.



Nuestro joven vate deja muy claro desde el prólogo su enamoramiento con la antigua morada de los nazaríes: "Me siento encadenado, embriagado, ante tanta belleza solitaria, ante esa melancolía lorquiana, ante tus aguas, ante el más hondo de los rincones, anti ti, Granada".

Y justamente, los primeros poemas van lanzados como saetas de amor hacia el inmortal Federico. Repasa Jesús al Lorca de su infancia en Fuentevaqueros, al Lorca del caballo y la noche oscura, al Lorca poeta y dramaturgo, al eterno muchacho de sonrisa franca y vitalidad solo cortada por la brutalidad de la guerra.

La segunda parte del poemario es un repaso por todo aquello que está conformando a este autor en estos años de juventud exaltante y lo mismo le canta al palacio de los leones, que casi emula una zambra para elogiar a María la Canastera. Enrique Morente y el Sacromonte, La Gran Via y Alonso Cano, Mariana Pineda y las cruces de mayo. Más que un repaso simplista por todo lo tópico y típico que pueda aparecer en las guías turísticas, Jesús hace suya la ciudad y las gentes que en ellas vivieron o fueron vividas por ella (si se nos permite la licencia); usa con soltura el arte de la versificación con unos atisbos de madurez expresiva de los que hay que esperar mucho en el futuro; e incluso se permite un elegante uso de la ironía como en la composición que lleva por título "La Tarasca". Late en sus versos el espíritu modernista de Darío y el ansia de libertad creativa que llegó hasta los autores del 27, y al igual que ellos tiende un puente hacia el clasicismo pero sin desdeñar el uso de muy personales metáforas.

Nos permitimos elegir, como muestra, esta composición dedicado a "un gato negro y blanco [que] se cruzó en mi camino justo cuando iba a acechar la noche de Granada", según confiesa el autor. Y lo hacemos porque algunos compartimos admiración y envidia a partes iguales respecto de este pequeño felino:


ODA AL GATO

Noctámbulos andares el gato acecha
en la clarividencia de la noche con pelaje de gacela
noctámbulos cantares el tigre ronronea
con sus bigotes arpados de cielos, de quimeras.

Se agazapa en su pelaje el gato, se protege de la arena
moja su cola en el manantial
en el calígine de la luna llena.

Pardos ojillos trémulos de luces el gato hierra
con huellas tan lejanas en la luna nueva
pícaro y astuto filósofo de tierras
chicoleo de los perros
cutáneo de la felina sierra.


El libro, publicado por la antequerana editorial ExLibric en 2016 fue presentado, entre otros lugares, en Puente de Génave, el 9 de septiembre del año pasado.

viernes, 7 de abril de 2017

Continuemos la historia. Una actividad para 2º ESO

El siguiente texto se puede encontrar incompleto (a falta de rellenar los espacios en blanco con los sintagmas apropiados) en la siguiente dirección web: www.materialesdelengua.org. El alumnado de 2º ESO ha usado este ejercicio para reconocer los distintos sintagmas, tras una explicación teórica y realizar las actividades del libro de texto. Pero hemos querido ir más allá y usar esta historia con final incierto para concluirla en unas pocas líneas, echando mano de la imaginación de los alumnos. También han debido ponerle título. El resultado ha sido muy variado. Hemos escogido algunas de las propuestas. Helas aquí, precedidas del relato original:

(Tomado de www.que.es)


EL RELATO ORIGINAL

Aquella mañana Lucas se levantó más temprano. Se aseó, se vistió esmeradamente, se fue a la cocina y se preparó el desayuno. Sobre las 8, salió de casa y anduvo unos metros hasta la parada del autobús. Esperó y esperó, pero no llegaba.
- ¿Sabe usted si ha pasado algún 23? -preguntó a la señora que estaba a su lado.
- Yo llevo más de tres cuartos de hora aquí y no ha venido ninguno. El transporte público es un desastre...
- Tiene usted razón. Creo que llegaré antes a pie. Muchas gracias. Adiós.
- Adiós y suerte.
La ciudad a aquella hora estaba insoportable. Montones de coches, autobuses y camiones de reparto abarrotaban la calzada. El tráfico era lento; el aire, irrespirable. La gente apresuraba el paso, como queriendo dejar atrás todo aquello. Aún no se habían apagado las luces y edificios, árboles y calles apenas se percibían a través de una espesa capa de humo, procedente de las chimeneas y de los vehículos.
Lucas pensó: Hoy será mi último día aquí. Espero que cambie mi vida. Quiero volver al campo, vivir en una casa con huerto, tener un perro que me reciba al llegar y respirar aire puro. Todo depende de... Sin darse cuenta había llegado a su destino. Llamó al timbre y esperó.


Y SUS DISTINTAS CONTINUACIONES:


Al abrirle, le dijo a su casera que no quería quedarse en el piso. La casera le respondió:
- ¿Por qué, si el piso está recién reformado?
- Me da igual. Rompa el contrato. Me da igual el dinero.
Al día siguiente, Lucas llegó al pueblo de sus padres (Villazarcillo). Allí tenía casa, comida, amigos... pero sobre todo tenía lo que él buscaba: que no hubiera ningún tipo de contaminación

(José Félix García Bermúdez. Título: Villazarcillo).



Abrió una mujer rubia con labios carnosos y le preguntó: “¿Tú qué haces aquí?” Él le contesto: “Me he cansado de la ciudad, me gusta mucho más la vida en el campo y además, te echaba de menos. Y ella dijo: “¿Crees que te voy a perdonar después de abandonarme con nuestros tres hijos? Todas las noches me n que adónde se había ido su padre y que cuándo vendría. Él le respondió: “Lo siento, Ana, me arrepiento mucho de lo que hice. Por favor, perdóname, dame otra oportunidad. Te lo ruego, te lo suplico”.
Al final lo perdonó y vivieron felices.

(Rafael Castillo Planes. Título: “De vuelta a la verdadera vida”).



Al momento me abrieron las puertas: era una señora de cincuenta años y me dijo que pasara y pasé. Me ofreció un café y lo acepté. Durante ese tiempo me estuvo contando cosas de su vida ya que era una especialista en lo paranormal. Me estuvo contando cosas muy interesantes como lo de la casa poseída o cuando realizó un exorcismo. En ese momento se cerraron las puertas de un portazo y también las ventanas. Me di la vuelta y detrás de mí había muchos cuerpos de novias decapitadas y entonces, de repente, se encendieron las luces y apareció una pancarta que ponía “¡Feliz cumpleaños!”, y aparecieron todos mis amigos y me felicitaron...

(Miguel Cano Aranda. Título: “Sin título”. Así, tal cual).



Lucas abrió los ojos y vio su antigua casa. Recordó su huerto, su perro y el respirar aire puro. Lucas pensaba que era un sueño, porque él tenía que ir al trabajo. Pero, de repente, se despertó del sueño y vio efectivamente que estaba con su trabajo. De repente, a lo lejos, vio a la señora con la que coincidió en la parada, habló con ella y le dijo que también se vino andando porque ese día el transporte público se suspendió a causa de la contaminación. Al salir del trabajo, Lucas se fue a su antiguo hogar porque no soportaba la ciudad.

(Ana Bermúdez González, Título: “El sueño de Lucas”).



Una mujer le abrió. Resulta que era la dueña de la casa, y Lucas le preguntó
- ¿Puedo pasar?
A lo que respondió la mujer:
- Claro, tú siempre eres bienvenido.
- No sé cómo he llegado, pero este es el sueño que siempre quise cumplir: vivir rodeado de este paisaje, con esta tranquilidad...
- Vives aquí, ¡qué tonterías dices! Este siempre fue tu hogar...
- No. Yo he vivido en la ciudad.
- Pero tu destino te ha traído hasta aquí. Entra, te enseñaré la casa

(Nélida Barea Granados. Título: “El sueño de Lucas”).



Abrió un hombre calvo de ojos negros, que fue su cómplice en el atraco que hicieron al banco de Fleera Bank. Lucas se fue del campo a la ciudad para que los forestales no lo enviaran a la policía. Su amigo, que fue cómplice del atraco, le repartió el dinero de su parte. Justo cuando se acordó de todo eso, vino la policía nacional y los detuvo.

(Amador Bermúdez García. Título: “La vida de Lucas”).